A Matías Farías y Juan Pablo Offidani pueden condenarlos a prisión perpetua o directamente absolverlos, mientras que Alejandro Maciel podría recibir una pena de 4 años y 6 meses o ser declarado inocente. Al mediodía el colectivo de mujeres y diversidad concentra en la puerta de Tribunales y la tarde se realizará una marcha.
Pasaron más de dos años desde que Lucía Pérez fue llevada muerta a la salita de salud de Playa Serena por Matías Farías, Juan Pablo Offidani y Alejandro Maciel y casi un mes desde que comenzó el juicio en el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 y hoy los jueces darán a conocer la sentencia en la que los imputados pueden recibir penas ejemplares o salir caminando en libertad por la puerta de Tribunales.
Matías Farías, el principal acusado, se encuentra preso desde octubre de 2016, y llegó al juicio imputado por “abuso sexual violento con acceso carnal, con dolo eventual, agravado por resultar muerta la persona ofendida, facilitado por el suministro de estupefacientes y concurre idealmente con la figura de femicidio”. Tanto el fiscal Daniel Vicente, como el abogado de la familia de Lucía Pérez, Gustavo Marcelliac, solicitaron la prisión perpetua.
Por su parte, la defensora oficial, Laura Solari, en cambio solicitó la absolución de Farías por considerar que el abuso sexual nunca existió y pidió a los jueces que en el caso de que lo condenaran por comercialización de estupefacientes, le impusieran la mínima pena posible.
Juan Pablo Offidani también está detenido desde octubre de 2016. En su participación del hecho, fiscal y querella tuvieron diferencias sustanciales. Para Vicente, Offidani tiene que ser condenado a 18 años de prisión por ser párticipe secundario, mientras que Marcelliac solicitó prisión perpetua, ya que a su entender actuó como partícipe necesario.
En esta caso, la defensora oficial Solari fue contundente: ya que a su entender el abuso sexual a Lucía Pérez nunca existió, la acusación contra Offidani se cae automáticamente y, con respecto a la comercialización de estupefacientes, sostiene que su defendido nunca participó en nada de ese ilícito, salvo como “remisero” ocasional de Farías.
Finalmente, la situación de Maciel parecería estar más cerca de la absolución que de la condena, ya que en su alegato, el fiscal Vicente retiró la acusación por encubrimiento agravado del hombre que se encuentra detenido desde octubre de 2016 y que, desde el año pasado, cumple con prisión domiciliaria en un centro de rehabilitación de drogas. Marcelliac difirió con Vicente también en este caso y mantuvo la acusación por “encubrimiento agravado” y solicitó que lo condenaran a 4 años y 6 meses.
La defensora Solari, siguiendo con su lógica, se apoyó en el argumento que el abuso sexual nunca existió y por eso también pidió la absolución de Maciel.
Los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N°1 –Facundo Gómez Urso, Pablo Viñas y Aldo Carnavale- darán a conocer la sentencia hoy cerca de las 14.30.
Un caso a mirar con perspectiva de género
En su alegato, el fiscal Vicente consideró que quedó demostrado que “Farías tenía un plan: cobrarle la mercancía a Lucía, venderle más y acceder carnalmente a ella. A sabiendas de que, el rol esperable de este tipo de chicas, adolescentes, consumidoras de tóxicos de manera abusivas y sin ingresos propios, en su imaginario, propio de la sociedad patriarcal, es servir para saciar la necesidad sexual suya como hombre. Y así fue que la fue a buscar con su compadre y ladero (Offidani)”.
“No hay que ver lo sucedido con una perspectivo sesgado al género femenino, sino de género. Esta perspectiva buscó incluir a ambos géneros, pero marcar la diferencia de poder que hay entre ellos y aún dentro de ellos”, remarcó el fiscal y agregó: “Hemos asumido que la perspectiva androcéntrica es la neutra, porque la hemos vivido como lo propio, lo normal. Por eso ese esfuerzo consciente que tenemos que hacer todos los días para ver las cosas desde la perspectiva de género”.
“En casos como éste, esa perspectiva androcéntrica, nos hace creer que si no hay huellas de defensa en la víctima o lesiones extremadamente crueles no hay abuso sexual. Nos hace perder de vista que el problema está en la asimetría de poder, entre víctima y victimario que se vive en una sociedad determinada y en un caso determinado”, prosiguió en su alegato Vicente y agregó: “Con esta perspectiva hay que encarar este caso concreto y ver que en este tipo de delitos, el abuso sexual, las víctimas mujeres están sobrerrepresentadas. Estadísticamente, las mujeres, las niñas y los niños resultan ser las principales víctimas de atentados a la libre determinación sexual”.
“El concepto de violencia en el abuso sexual, a nuestro juicio, hay que integrarlo con perspectiva de género. La víctima es una mujer, no hay que esperar a que haya marcas de lucha, de forcejeos, de defensa o de uso desmedido de fuerza para determinar el concepto de violencia. Hay que ver si hay conductas, que de manera directa o indirecta, basadas en una situación desigual de poder, han afectado la integridad física, sexual, personal o aún la vida de esa mujer. Y que de algún modo no le hubieran permitido consentir libremente la decisión de tener relaciones sexuales. Y en este caso hay sobradas cuentas de que esto pasó”, explicó el fiscal Vicente.
Una “relación consentida”
La defensora Laura Solari, en su alegato remarcó los resultados de la Junta Médica realizada en La Plata, en los que no se encontraron señales de abuso sexual ni violencia en el cuerpo de Lucía Pérez, como así tampoco se determinó que hubiese sido lavado para ocultar pruebas. “Esa junta afirmó que no había existido ese abuso sexual por parte de Farías y, lógicamente, muchísimo menos aún por parte de Offidani, que ni siquiera estaba”, había expresado.
Además, la defensora oficial consideró que “la relación sexual entre Lucía y Farías fue absolutamente consentida”.
Para Solari, en este caso el concepto de violencia de género “no es aplicable”, ya que a su entender “no es un caso de femicidio, ni hubo una cosificación por parte de los imputados hacia Lucía”. “La intención de Farías era simplemente tener un bueno momento con Lucía y luego aconteció lo que todos sabemos”, declaró.
Un caso manchado por una fiscal
La muerte de Lucía Pérez tomó relevancia nacional e internacional cuando, a los pocos días de la muerte de la adolescente, la fiscal María Isabel Sánchez dio una desafortunada conferencia de prensa en la que aseguró que se trataba del hecho más horrendo en el que le tocó trabajar y que a Lucía la habían empalado. Todo esto fue luego desestimado por las pericias científicas y, al cierre de la investigación, Sánchez dejó la causa y pidió licencia médica.
La defensora oficial, en su alegato, criticó duramente a la fiscal Sánchez: “Es repudiable que a cuatro días, cuando las conclusiones de la autopsia tenían dos hipótesis, la fiscal brindó una conferencia de prensa nacional en la que habló de una agresión sexual inhumana, por un empalamiento y lo calificó como ‘el más horrendo de su carrera'”.
“Sí la conducta de la fiscal era otra, hoy no estaríamos aquí. En el mismo fin de semana, Sánchez calificó dos hechos de abuso seguido de muerte falsos: este y el de Sosa Picart”, expresó Solari y agregó: “Sus incumplimiento fueron inmensos. No efectuó evacuación de citas, que en parte fueron corroboradas solo por esta defensa”.
“Lo que se vieron expuestos Farías, Offidani y Maciel es indescriptible”, consideró Solari y agregó: “Existió cosificación hacia ellos por dos años que provocó la reacción de Farías, que se sabe inocente”.
En su alegato, el abogado querellante Gustavo Marcelliac también criticó a la fiscal Sánchez. “En esta causa hubo funcionarios que no estuvieron a la altura. La abogada que le dieron a la familia de Lucía Pérez los abandonó luego de conseguir un cargo público. La fiscal (María Isabel Sánchez), se bajó del barco por no estar en condiciones de asistir al juicio”, expresó.
A pesar de sus planteos, Marcelliac aseguró que esas cuestiones “no transforma a los victimarios en víctimas, si no revictimiza a la víctima” y remarcó: “Las únicas víctimas son Lucía, su familia, la institución educativa, los que les compraban droga y las mujeres que se cruzaron en el camino de Farías y Offidani“.
Concentración, apoyo y marcha
Antes de la lectura de la sentencia, el colectivo de mujeres y diversidad se concentrará en la puerta de Tribunales para apoyar a la familia de Lucía Pérez. La convocatoria es a las 12 del mediodía con un pedido claro, el de una “condena ejemplar para los femicidas”.
Además de la sentencia por la muerte de Lucía Pérez, algo que tiene un peso específico propio, el lunes cerca de las 18, desde Tribunales, el colectivo de mujeres y diversidad marchará hasta el monumento a San Martín por el Día internacional de la no violencia contra la mujer, que se conmemora cada 25 de noviembre.
Al llegar al monumento a San Martín se realizará un acto conmemorativo en el cual familiares de las mujeres víctimas de femicidios tomarán la palabra y se visibilizará una bandera con los nombres de cada una de esas mujeres.
Las consignas de la marcha serán “tolerancia cero a la violencia machista, tolerancia cero a la justicia patriarcal, no al desmantelamiento del área de género del municipio, basta de travesticidios, cumplimiento efectivo de la ordenanza de emergencia en violencia por motivos de género y diversidad” y, sobre todo: “Justicia por Lucía Pérez y todas las víctimas de femicidio. Ni una menos, vivas nos queremos”.